El pasado mes de julio entró en vigor una nueva ley que dictamina que los coches homologados desde julio de 2022, así como los vendidos a partir de 2024 dentro del territorio de la Unión Europea, deberán llevar por norma una serie de sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS).
Desde Bruselas, se ha dado a los fabricantes de coches un plazo de dos años para vender los vehículos que no lleven incorporados estos sistemas.
Estos sistemas avanzados incluyen funcionalidades para detectar la fatiga de los conductores a la hora de conducir y mejorar así su conducción.
Entre las funcionalidades referentes a la conducción se encuentra el regulador inteligente de velocidad que une el control de crucero con un sistema de reconocimiento de las señales limitantes de velocidad de la zona. Por otra parte, un detector de tráfico trasero para que maniobrar le sea más fácil. Además de una caja negra para detectar y averiguar las causas de posibles accidentes.
Todo ello funcionará gracias a la inclusión e incorporación tecnologías como radares, cámaras exteriores, ultrasonidos…etc. que ayudarán a recoger y procesar toda la información del entorno del vehículo.
Hay algunos vehículos que ya incluyen sistemas para medir el estado del conductor, pero desde este recién finalizado verano, aquellos que se homologuen dentro de la UE deberán incluirlos por obligación. Estos sistemas medirán el nivel de alerta, sueño y fatiga del conductor. Por ejemplo, en el caso de detectar somnolencia se enviará al usuario una alerta acústica, visual o sensorial.
En cuanto a la tecnología utilizada para medir el estado del conductor, se ha optado por instalar en los vehículos sistemas de rastreo ocular. Se trata de unas pequeñas cámaras colocadas en puntos estratégicos desde las que se puede ver lo que sucede en su interior.
Para detectar somnolencia, se medirá la frecuencia del parpadeo e inclinación de la cabeza. Es básicamente, un sistema mediante el cual se entiende que un mayor parpadeo es significado de fatiga o cansancio.
Además, será obligatoria la alerta de cambio involuntario de carril, el bloqueo del vehículo con alcoholímetro, la frenada de emergencia y la alerta de cinturón en las plazas traseras.
Desde la Unión Europea se está haciendo especial hincapié en materia de seguridad y privacidad. Así, se distingue entre biometría y métrica fisiológica. La primera se centra en procesos de reconocimiento facial que recogen datos e información que puede comprometer a las personas si no se utiliza como debe. Por esta razón, la UE asegura que los sistemas avanzados de asistencia al conductor utilizarán métrica fisiológica, es decir, recogida de datos en función de aspectos biológicos que no lleguen a comprometer su privacidad como por ejemplo la medición de pulsaciones, el sudor, parpadeo, la activación electrodermal o la respiración.
El Reglamento establece que los datos deben quedarse dentro en el mismo coche y no pueden ser procesados por terceros y aseguran que esta medida traerá consigo beneficios y facilidades en cuanto a conducción y seguridad se refiere.
Por el momento, los fabricantes ya están manos a la obra y han comenzado a instalar en cada uno de los nuevos vehículos este tipo de sistemas.
Comments are closed